Robo de bicicletas de moda nuevamente en Cuba
En los años noventa etapa que fue denominada como el periodo especial, los robos de bicicletas eran un problema grave y recurrente en la isla, el Ordenamiento Monetario, trajo de nuevo esta modalidad a las calles en Cuba.
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El robo es uno de los problemas que más ha estado relacionado con la Revolución cubana y ahora parece que este tipo de actividad delictiva está afectando aún más a las personas que se movilizan en bicicletas.
Desde Diario de Cuba realizaron un reportaje especial entrevistando a personas a las que han sido robadas su medio de transporte.
De vuelta al robo de bicicletas
«Me robaron la bicicleta de la terraza de mi casa y apenas comenzaba a oscurecer», cuenta Omar, un albañil del Reparto Primero de Enero en Mayarí. «Hacía años que yo no escuchaba de que robaran bicicletas, pero cuando hice la denuncia me dijeron que era la número 19 que reportaban en lo que va de año. Y de eso hace ya un par de semanas. Cuando la cosa se pone mala, el robo se incrementa. Volvimos al Periodo Especial»
A Alaín, un joven del barrio de Chavaleta, le robaron la bicicleta de la acera, frente a su casa. A Alejandro, de 21 años, residente en el barrio de Guayabo, le sucedió algo similar. «Me la robaron del portal de la casa de mi novia, en el Reparto Emergencia. Me entretuve un poco cuando entré a la casa y, al mirar para atrás, ya no estaba. Están que no dan chance. Ahora ando a pie».
Hasta ahora no ha trascendido que la Policía haya capturado a ningún ladrón de bicicletas. Ni siquiera en los casos de las víctimas contactadas por DIARIO DE CUBA. «Uno está al tanto de que cojan a alguien para ver si aparece la bicicleta, pero nada. Todavía no han cogido a nadie», concluyó Alejandro.
Yordanis, otra víctima de robo, aunque no de bicicletas, opina que «la Policía está nada más para echar multas por nasobuco o al que vende cosas por ahí, pero no persigue a los ladrones que le hacen la vida imposible al pueblo. No cogen a nadie».
Recientemente, el joven de 25 años Jorge Chacón Martínez, del poblado de Guaro, en Mayarí, se suicidó luego de ser multado dos veces en la misma semana. La primera vez le impusieron 2.000 pesos por andar sin nasobuco; la segunda, 5.000 pesos por vender plátanos, presumiblemente para poder pagar la primera multa.
Con información de: Diario De Cuba
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