Confirman brote de COVID-19 en cárcel de Pinar del Río
El preso político Bianco Vargas Martin confirmó a su familia que se encuentra infectado con COVID-19 en la prisión 5 y Medio, en Pinar del Río
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El reo detalló que en el penal hay más de 100 enfermos y las condiciones higiénico-sanitarias no son las requeridas.
Su madre, la activista Miraida Martin, dijo este miércoles a Radio Martí que había recibido con anterioridad la llamada de un reo alertándola de la situación, sin embargo, tras sus denuncias por la falta de información, finalmente pudo conversar con su hijo.
El joven dijo a su madre que «lo tenían en un área aislada de la prisión, sin condiciones ninguna, que aquello era criminal lo que tenían con los muchachos allí, que no le permitían teléfono a nadie».
A Vargas Martin sí le devolvieron el teléfono, supone la madre,»por todas las denuncias que hizo», reportó radiotelevisionmarti
El preso político fue sometido a dos pruebas PCR, y ambas dieron positivo. Aunque aún se sentía mal, tras un tratamiento con interferon «estaba mejorando», según dijo a su madre.
La activista opina que los reos enfermos de coronavirus «deberían estar en el hospital, no en la prisión».
La mujer afirma que son «unos cuantos, más de 100» los contagiados en el centro penitenciario, y que los espacios preparados para el aislamiento no alcanzan.
El lunes, el activista y expreso político José Rolando Cásares, quien paso tres años en ese penal, dijo que en el lugar se detectó un foco. Su reporte coincide en que las condiciones higiénico-sanitarias del penal son pésimas.
“Están realizando trasladados de presos hacia el Combinado de Sandino; es decir, han dejado a los infestados dentro de la prisión provincial y están sacando a los que no están enfermos para otras prisiones”, dijo Cásares a Radio Martí.
Vargas Martín, de 25 años, fue llevado a prisión en 2016 para cumplir una sentencia de 15 años de privación de libertad, por los supuestos delitos de atentado, desacato, desorden público y tentativa de asesinato.
El 29 de enero de 2020 fue trasladado desde Santiago de Cuba, donde reside, a la cárcel 5 y Medio, en la occidental provincia de Pinar del Río, en represalia a las denuncias que había hecho sobre las condiciones en que permanecían los reclusos en la prisión.
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