Campesinos cubanos denuncian que unificación monetaria los está arruinando

Bárbaro Cuello e Iraí Pérez trabajan en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Granja Boyeros desde hace más de 20 años y en su experiencia, reconocen que la unidad había venido a menos hasta el pasado año, cuando la ayudó una inversión.
Los trabajadores del campo contaron a Tribuna de La Habana, cómo ha venido transcurriendo el proceso de producción a partir de la nueva tarea de ordenamiento.
De acuerdo con www.periodicocubano.com hace poco esta granja abrió un punto de venta para darle salida a los productos y atender la necesidad de los pobladores del lugar.
Señala la publicación que el tema de la producción es un tema que se ha hecho cuesta arriba por la pandemia. Junto a lo difícil de continuar produciendo para abastecer al pueblo en medio de la crisis sanitaria, se ha sumado el hecho de la unificación monetaria con implicaciones no solo en los precios a la población, sino también al agro.
“Los principales problemas son que el mayor margen comercial lo tienen los comercializadores y no los productores y el alza de los precios de los insumos, que hace que la producción no sea sostenible”, explica Tornés Terry, director de la UEB.
Según los cálculos que han hecho a partir de los rendimientos y ganancias que pudieran tener, citan por ejemplo, una hectárea de tomate, contra los costos de semillas, agua y electricidad, y se van a pérdida. Pese a la crítica situación que reportan, confían en una solución y, mientras eso ocurre, ellos ya han comenzado a producir simientes propias para evitar su compra y sustituir importaciones donde se pueda.

Ante esta difícil realidad a la sombra de la unificación monetaria, Bárbara González Rodríguez, jefa de la Agricultura Urbana en la ciudad, señaló que se analizan los precios de las hortalizas para hacerlos convenientes al productor.