El Trío Vocal Armónico

En la hermosa ciudad de Santiago de Cuba, por allá por 1925, ocurría, con la fundación del famoso Trío Matamoros un hecho artístico de singular importancia que trascendería las fronteras y sería un aporte fundamental a una de las más interesantes formaciones musicales en la América nuestra: El trío vocal.

UniVista TV WEB/ Tony Pinelli

Los Matamoros son una agrupación que corresponde a un paso innovador en cuanto a creación y estilo de su época, con la alquimia de Don Miguel, que inventó oro tras fusionar dos metales también preciosos: el son y la trova.

El Trío Matamoros era un trío de dos voces, al menos en el cuerpo del número, pues el estilo que utilizaron fue el usar la expresión trovadoresca del canto a dos voces con Miguel en la voz prima y el excelente segundo de Siro Rodríguez y Rafael Cueto como guitarra acompañante, aunque participaba en algunos coros, tal y como Miguel había hecho en 1924 con el Trío Oriental, formación que no logró el ansiado éxito.

A partir de Los Matamoros el trío comenzó a llamar poderosamente la atención y como ha sido costumbre en Cuba, a partir del éxito de un grupo o formato, comienzan a proliferar agrupaciones similares, como ocurría con los sextetos y septetos y posteriormente con los cuartetos vocales.

Otros impactantes tríos

Así comenzaron a surgir tríos como las Hermanas Lago en 1932, ya con una concepción de arreglos a tres voces, o sea, más dentro del concepto de trío vocal armónico.

“Los trovadores Sonrientes”, Trío de Servando Díaz en 1937, Taicuba en 1947, Trío de Luisito Plá, Trío Cuba y otros muchos que vendrían después, pero fue a partir de la unión de dos mexicanos Alfredo “El Güero” Gil y Jesús “Chucho” Navarro, con un cantante puertorriqueño, Hernando Avilés en el Trío Los Panchos que se asienta el trabajo del trío.

Los Panchos: Un maravilloso Trío Vocal Armónico

Canto a tres voces y el sonido del requinto, una guitarra más pequeña a partir de un tiple colombiano que reformaron con la afinación una cuarta alta: la mi do sol re la.

Con su debut el 14 de mayo de 1944 en el Teatro Hispano de Nueva York, el trío mexicano Los Panchos imponía el sonido del requinto y el trabajo a tres voces con la melodía en la voz prima, casi siempre un tenor ligero, ofreciendo un formato innovador que se hizo prácticamente norma en el mundo entero.

Antes de Los Panchos ya existían tríos mexicanos, sobre todo a partir de la influencia de Los Matamoros, como el Trío Peregrino, integrado por Toña La Negra con su hermano Manuel Peregrino antes de 1932, pues en este año es que existen evidencias de su arranque como solista, pero es a partir de Los Panchos que verdaderamente se define el estilo.

Otros tríos mexicanos

El Trío Culiacán, fundado en 1947 y que fue la génesis de Los Tres Ases, cuyo momento de esplendor fue cuando lo integraron Juan Neri, Héctor González y el gran Marco Antonio Muñiz; Los Tres Diamantes, de 1948.

Los Tres Caballeros, a principios de la década del 50, con el gigante Roberto Cantoral, Chamín Correa y Leonel Gálvez; El Trío Durango, los primeros en popularizar “La gloria eres tú” de José A. Méndez, Los Calaveras y otros muchos excelentes tríos mexicanos.

Taicuba y otros tríos cubanos

Ya llegado los 60, Cuba podía exhibir con orgullo una pléyade de tríos de primerísima línea con Taicuba, Los Embajadores, Los Modernos, Los Cancilleres, Voces de oro, Los Rodrigo, Los Bohemios, Los Taínos, Los Príncipes, Los Villa, Los Corales,

Los Románticos y otros muchos de varias regiones del país. A pesar de estar más de moda en el trabajo vocal el sonido de los cuartetos, el trío coexistía sin problemas, hasta que vino la llamada “Ofensiva Revolucionaria” de 1968.

En esa época se cerraron los cabarets y night clubs y como de cierta manera ya existía la costumbre de que el trío vocal, cantara en algunos restaurantes, los tríos fueron ubicados en este tipo de establecimientos, casi como regla general para este tipo de agrupación.

Muchos otros artistas (y tríos también, por supuesto) fueron ubicados en “brigadas artísticas” que se dedicaron a llevar espectáculos a campamentos cañeros y otros lugares de trabajo, además de los teatros existentes, o sea, cambiaron los lugares de presentación, pero sin perder el concepto de su muestra en escena.

Esa medida, que permitió que los tríos siguieran trabajando en su propia ciudad en vez de irse al campo, se fue haciendo costumbre y en opinión de muchos especialistas –entre ellos este humilde servidor – conspiró contra la atracción del trío vocal armónico en los grandes escenarios, porque si un trío en un restaurante hace treinta canciones, por el precio de un plato de arroz con frijoles y masitas de puerco, ¿quién, a no ser un amante del género, va a pagar por verlo en un teatro?

Trío es el formato portátil por excelencia

El trío es el formato portátil por excelencia y así se usó para recibimientos y despedidas además de otros eventos, al punto que he visto a tríos al pie de la escalerilla de un avión, recibiendo a delegaciones con otro avión preparándose para salir, con las turbinas encendidas en una escena digna de una película de Marcel Marceau, con el ruido de las turbinas dominando el ambiente y el trío gesticulando sin oírse una sola nota.

Aun así el trío vocal armónico sigue convocando a gente joven y ya en Guitarras Cubanas, vimos un trabajo vocal novedoso, al igual que 3 de La Habana en su excelente etapa de trío, El Trío De Plata, antes de ser Cuarteto Esperanza y En Serie, de Villa Clara, que mantuvieron una línea harto interesante, lograron devolver incluso, el trío a la gran escena, pero esos tríos ya no existen como tal.

Algunos se volvieron grupos, otros se desintegraron y en los últimos años no hemos visto muchos tríos innovadores, aunque estoy seguro que los hay.

El Trío Vocal Armónico en camino al 2022

Estamos en camino al 2022, a 97 años del debut de Los Matamoros y 78 del de Los Panchos por lo que es natural que el trío deba presentarse con una nueva concepción, aunque es de vital importancia que conserve el formato, estilo e incluso repertorio de distintas épocas.

La fuerza sonora de Los Matamoros y el sonido de Los Panchos fueron asimilados por numerosos tríos no sólo de las dos grandes potencias: Cuba y México, sino de muchísimos países de América y del mundo, como en el caso cubano donde la guaracha y el son forman parte del repertorio de los tríos con punteos coherentes en los requintos o llevados al tres, según el ingenio y pretensión del trío en cuestión, pero el trabajo a tres voces necesita un impulso renovador y una campaña capaz de llevarlo a planos de popularidad, al igual que otros tríos y dúos que vemos llenar las salas con el rap, hip hop y el reguetón, lo que considero otra agrupación de pequeño formato, no la versión actual del trío.

No es imposible que se vea compensada esa espera por ver alegrar y/o conmover los nuevos y viejos teatros, llenos de un público que pueda recordar aquella pasión por los tríos al mismo tiempo que los jóvenes de ese público, se sientan reflejados en ellos como para aprender a amarlos.